Un año de prisión para el dueño de una tienda de tatuajes por usar tinta ilegal

La defensa recurre la sentencia, que también obliga a cerrar por un año el establecimiento y a pagar una multa.

La titular del juzgado de lo Penal número 2 de los de León firmó el jueves una sentencia en la que condena a un año de prisión al propietario de un establecimiento leonés dedicado al negocio de los tatuajes, por entender que utilizaba tintas ilegales y que estaba causando un perjuicio para la salud a sus clientes. El fallo establece también el cierre de la tienda por un año y una multa para el propietario. El fallo será recurrido ante la Audiencia Provincial por el letrado que defiende los intereses del condenado.
La sentencia rebaja las pretensiones iniciales del Ministerio Fiscal, que había propuesto una pena de dos años y medio de cárcel para el acusado y el cierre del negocio por un periodo de dos años. No obstante, el fallo considera probada la utilización de las tintas ilegales para realizar los tatuajes.
El acusado se ratificó en el juicio en la declaración que hizo en la fase de instrucción del caso alegando que el negocio «siempre ha informado de la no autorización para el uso de la tinta en pieles humanas» y a la vez hizo especial hincapié en que la agencia española del medicamento, que prohíbe el uso y comercialización de estas tintas en España «es también la que lo autoriza durante la convención internacional de Madrid Mulafest, ya que dicha tinta se vende legalmente en más de 100 países de todo el mundo incluyendo la Comunidad Europea».
En las conclusiones finales, el fiscal sostuvo que la venta de estas tintas era un delito para la salud pública, mientras que la defensa llevó a cabo un extenso alegato basándose en informes forenses y leyes en materia de sanidad.