Al trabajar en lugares ajenos, como son las casas de los clientes y, por mucho cuidado que llevemos en nuestro trabajo, siempre podemos tener un imprevisto, por lo que, no nos cuesta nada curarnos en salud y contratar un seguro de responsabilidad civil anual, que se haga cargo de los siniestros que se pueden producir durante la ejecución de nuestros trabajos.

Así, además, también quedarán cubiertas las posibles reclamaciones de los clientes una vez terminados los trabajos o que, si hemos contratado personal para el proyecto, quede cubierto cualquier accidente laboral.

Imaginemos, por ejemplo, que se nos cae un trabajador de la escalera mientras pinta y que, además de mancharlo todo de pintura, rompe un mueble de nuestro cliente. Esto se puede convertir en una odisea para un autónomo o una pyme pequeña, que puede quedar endeudado o incluso tener que dejar de realizar su actividad por no tener cubierto a su trabajador con un seguro de responsabilidad civil y tenerlo solo correctamente dado de alta en la seguridad social.

Una póliza básica para este tipo de actividades puede costar de unos 74€ a 99€ dependiendo de las necesidades concretas de su caso, por lo que y debido a que no es una gran suma, lo recomendamos aprovecharse de esta oferta y formalizar su póliza. Además, tiene la ventaja de que  comparamos diferentes compañías para ofrecerle el seguro que más se ajusta a sus requerimientos.